miércoles

¿ QUE TIENEN LOS WILLYS QUE NO TENGAN LOS OTROS VEHICULOS ?





















Es una pregunta frecuente al comprobar, en la calle, que no pasan desapercibidos. Sea que estén como nuevos o funcionando a penas, hacen volcar miradas. Unos dirán admiración, otros quizá pena. Pena por el sujeto que lo conduce, por demostrar que no es merecedor de tener la reliquia que tiene.
Pero volvamos a la pregunta inicial. ¿Qué es lo que tienen estos motorizados que destacan tan nítidamente entre tantos y cada vez más tipos y modelos que colman calles y avenidas?
Vamos a ensayar unas respuestas:

Tienen clase: Es decir, personalidad, porque aún hoy, casi setenta años después, siguen siendo imitados, nunca igualados. Tienen ese no sé qué que los hace encantadores. Tienen historia, tienen todo lo que se necesitaba para circular sin problemas en los tiempos que servían como taxis y como transporte para productos de consumo, cuando disputaban el espacio con bueyes y caballos en las calles arenosas de Colombia. Y...lamentablemente también tienen la mala suerte, algunos, de caer en manos de los que no saben valorarlos y los destruyen con adaptaciones ridículas o con malos tratos. O sea, volvemos a lo mismo.

miércoles




widgeo

El Jeep Willys en Colombia Los primeros Jeep Willys llegaron a Colombia a partir de 1950 por dos vías diferentes. Por un lado, los vehículos utilizados en Europa en la Segunda Guerra Mundial fueron remanufacturados y vendidos a diferentes países latinoamericanos, entre ellos Colombia. Eran modelos militares de 1944 a 1949, de los que llegaron aproximadamente 100 unidades dentro del plan "Alianza para las Américas". Por el otro lado, la firma "Leonidas Lara e Hijos" abrió la importación directa de de los primeros modelos civiles desde Estados Unidos. Si bien los modelos iniciales del Jeep Willys fueron el CJ-1 y el CJ-2, conocidos como "AgriJeep" y de propósito demostrativo, a Colombia llegaron por Buenaventura 500 unidades de los CJ-2A y CJ-3A, los "Cabeza Bajita", y posteriormente el CJ-3B, "Cabezón" y el CJ-5, "Oreja de Perro". La abreviatura CJ significa "Civilian Jeep".

viernes

LA HISTORIA

Lo siguiente es una reseña de la historia de estos grandes Jeeps en el campo de accion .

jueves

EL SUEÑO

Al sueño se le ha definido de muchas maneras, el significado más reciente lo describe como una función restauradora que ocupa un lugar muy importante de nuestras vidas.
Debido a que pasamos esta etapa iniciamos con este significadio de múltiples estudios, indicando entre ellos que a através de éste, donde se impone la presencia ,la historia y el deseo de compartir con cada persona que participarian en estre proyecto , con quien y donde.
Asi como hay sueños que auguran abundacia, riqueza, enfermedad o viajes; también estan los que presagian el disfrutar con un elemento nuestra geografia y el compartir con familia de la willysmania.
La labor comienza en nuestro caso con la compra del vehículo, el cual se encuentra en un muy buen estadopor su precio y modelo tenemos la gran intencion de restaurarlo , aunque su dueño anterior intentó convertirlo en un modelo militar al cual no correspondía. Este vehículo llegó al país hace más de seis décadas como una donación del gobierno de los Estados Unidos para prestar sus servicios en una entidad estatal. Posteriormente fue rematado y adquirido por un transportador de viejo caldas para los servicios rurales quien lo utilizó como taxi por muchísimos años.Como lo decíamos la recostruccion se inicia con los modelos que llegaron al pais versiones militares y civiles por lo tanto nos inclinamos por version militares que mas grandes satisfacciones vamos a tener y estaban dentro de los parametros que el pais habia recibido .

NACIDO EN......










LA INTENSION



Lo primero tener encuenta el esta do del chasis ,fortaleza de este gramn vehiculo versatil nuestra intencion desde su base robustecerlo para tener vehiculo por otra seis decadadas manteniendolo intacto.

PROCESO II

Dentro de la producción nacional, se recuerda una versión del CJ-6 bautizada como "Ford Llanero", que fue ensamblada por la Ford Motor Company con permiso de la Willys Motor Inc. Hay que recordar que la Ford fabricó los Jeep militares durante la Segunda Guerra Mundial bajo licencia de la Willys.
Igual sucedió en el Brasil, cuando la Ford compró la fábrica de Willys el 9 de octubre 1967 y apareció el modelo CJ-5 con la marca Ford Llanero.
En el campo militar, el Jeep Willys prestó invaluables servicios al país. Tanto el Ejército como la Fuerza Aérea tuvieron en sus filas cerca de 300 modelos militares y civiles.

En los años 50s los automóviles eran escasos y los taxis eran los famosos Jeep Willys. Sus calles sin pavimentar eran poco atractivas para la inversión en los modernos automotores, que ya circulaban en otras capitales de Colombia. El campero -o Jeep, como se arraigó en el decir de las gentes-, fué el modelo escogido por su capacidad de trabajo en caminos difíciles. Posteriormente las marcas Toyota y Nissan llegaron para hacer compañia a los legendarios Willys.

PROCESO III

Muchos consideran que el papel del Jeep en la Segunda Guerra Mundial fue definitivo. Dos empresas, Willys Overland Motor Company y Ford Motor Company, fueron las principales fabricantes de las diferentes versiones del Jeep para uso militar. La American Bantam Car Company, quien fue la pionera, unicamente hizo algo más de dos mil unidades. Pero fue el Jeep Willys MB el que se llevó las palmas, y además reportó el mayor número de vehículos fabricados, con 335.531.
Fue tal el éxito del Willys MB que una vez que la Ford entregó el último GP, se le dio un contrato pero para fabricar un vehículo basado en el exitoso modelo Willys MB. Ford le puso el nombre de GPW [GP de su modelo anterior y W de Willys], del que produjo 277.896 unidades durante la guerra.
Si se tiene en cuenta que el modelo Ford GPW no fue más que una réplica del Willys MB, se puede afirmar que construyeron más de 600 mil de estos vehículos.
Las hazañas del Willys MB llenan muchos libros de historia, quizás con algunas exageraciones, pero en el sentimiento de los soldados, los que sufrieron la guerra, era un compañero fiel y seguro. Una de esas descripciones decía que el Jeep era "fiel como un perro, duro como una mula y ágil como un gato".
Las películas y libros sobre la Segunda Guerra Mundial muestran a este héroe de cuatro ruedas bajando de las rampas de los transportes anfibios, colgando de helicópteros y hasta lanzados en paracaídas. No faltaron las escenas en que el MB era alzado en hombros por la tropa, para vadear sitios accidentados.

miércoles

LA MINUCIA

El carpintero del arte siempre entra al detalle de cualquier elememnto para su perfeccion ,nosotros encontramos con estos artistas llegar a cualquier dificultad con las mejores herramientas para que las soluciones fluyan en su mejor contexto de sabiduria.

PROCESO IV









PROCESO V






































martes

lunes

domingo

UN RECONOCIMIENTO Y UN GRACIAS A TODOS

LATONERIA Y PINTURA
Willys Jeep de 1946: una experiencia de la infancia enciende la pasión por los ancestrales rústicos.
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HACE UNOS 50 AÑOS, LA CIUDAD DE ANSERMA SE CUBRIÓ CON UNA GRAN CAPA DE NUVE GRIS, Y PARA UN MUCHACHO DE ESCUELA, LA CIUDAD PARECIA UNA GIGANTESCA MONTAÑA CUBIERTA DE VERDE ESE MUCHACHO , QUIEN RECUERDA LUCHAR CON LAS VIAS PARA LLEGAR A LA ESTACIÓN DE SERVICIO, DONDE SU PROPIETARIO LO COLOCÓ EN EL ASIENTO DELANTERO DE SU JEEP PARA LLEVARLO A LA ESCUELA.
Soetenga nunca olvidó tan risible experiencia--ni el Jeep. Desde entonces, dice, "Siempre me han gustado los Jeeps con guardafangos planos." Durante su servicio con el Ejército él volvió a conocer los Jeeps. Fue hasta 1990 cuando comenzó seriamente a buscar un Jeep viejo. Viajó muchos kilometros en búsquedas inútiles de Jeeps que no eran tal como los anunciados.
En el verano de 1998, . "Íbamos hacia el mercado de agricultores, dice: "cuando lo vimos estacionado al lado del camino con un aviso para la venta en la ventana." Soetenga siguió manejando pero su esposa le pidió regresar para mirarlo. Era un bien gastado Willys Jeep de 1949 CJ3A, con 60 caballos, 134 pulgadas cúbicas, motor de cuatro cilindros. El dueño vivía sólo a seis cuadras de los Soetenga y había pintado el Jeep de color beige/negro. "Tería una barra, techo de lona y puertas de lona," recuerda Soetenga. "Trabajaba, pero no bien ..."
Compró el Jeep y por dos años lo sacudió en gran abandono. "Buscamos colinas bien empinadas para escalar," dice. Sabía que necesitaba trabajo y durante el verano del 2000 midió cuidadosamente las ventanas dobles de su sótano de salida y descubrió que su diminuto Jeep--12 pies, 9 pulgadas de largo y 68 pulgadas de ancho--se podía maniobrar con sus 80 pulgadas de distancia entre ejes y colocarlo en el sótano.
Fue allí donde el Jeep pasó sus próximos tres años. Con gran ayuda de su familia, Soetenga comenzó a desmantelarlo. Cuando descubrió cuánto estaría involucrando, tenía que tomar una decisión. "Me la juego toda," dijo. Después de que el Jeep estuvo reducido a las proverbiales "millón de piezas", Soetenga hizo tratar el chasis con chorro de arena y luego cubrirlo con polvo negro. Tomó un curso de soldadura para poder reparar él mismo los huecos del piso y los costados.
un fabricante de películas documentales , tomó unas 300 fotos close-up del carro cuando estaba siendo desbaratado. Dichas fotos fueron muy útiles durante la reconstrucción. "El vehículo es tan básico como se puede tener," dice. Con cada ítem del Jeep reconstruido, restaurado o reemplazado, con sus 2.205 libras fue sacado del sótano en agosto de 2003. En el tablero hay una placa recibida de su familia que dice: "Restaurado por famila willysmania .co ."
El tanque de gasolina de 10.5 galones debajo del asiento del conductor, fue llenado y empujando el arranque con su pie el pequeño motor empezó nueva vida. "Me encanta el sonido de un arranque de 6 voltios cuando voltea un motor, dice Soetenga. Se instaló un nuevo harnés de cables eléctricos. Ahora el Jeep tiene calentador, señales direccionales y una lucecita que sale del tablero para iluminar los instrumentos por la noche. Las ruedas originales de 15 pulgadas del Jeep han sido reemplazadas por unas de 16 pulgadas calzadas con llantas no direccionales de estilo militar. La tela correcta para cubrir los asientos 1a localizó Soetenga y él mismo la impermeabilizó antes de instalarlá.
Soetenga prefiere manejar su Jeep con el parabrisas doblado sobre el capó. "Lo he manejado hasta 45 millas por hora," dice. "Es como estar en una motocicleta con otras tres personas."
Irónicamente, el Jeep de tracción de cuatro ruedas es ahora demasiado bueno para sacarlo en un clima inclemente. "Simplemente salimos aparentando tener frío", un gracias a todos por esta gran aventura.


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